El Diablo perdió aquí una apuesta. Cuenta la leyenda, que una noche de San Juan, un poblador de Lago Ranco, apostó su alma al Diablo. La apuesta consistía en que éste no era capaz de construir un camino de rocas que atravesara el algo, antes que cante el gallo al amanecer.
Alrededor de las cuatro de la mañana, cuando Satanás arrojaba piedras al lago y casi llegaba hasta la mitad, el poblador se percató del hecho. Como no estaba dispuesto a perder su alma, decidió imitar el canto de un gallo, con lo que el Diablo perdió la apuesta. Éste "endemoniado" por haber perdido, lazó una feroz patada sobre la roca desde la cual dirigía su obra.
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La "Piedra del Diablo" y el camino dejado a medias constituyen hoy un testimonio vivo de esa leyenda.
4 comentarios:
aunque la leyenda es simpatica y causa amplias expectativas sobre el lugar donde se encuentra la huella del mismisimo lucifer. al llegar al lugar la verdad hace falta todo ese misticismo que enbuelve la leyenda. ya que asi solo es un hoya en una piedra con forma de zapato.....
Yo fui a lago ranco es muy precioso
Tu eres muy precioso
Jijijiji awwwww
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